Pies planos. ¿Qué alteraciones biomecánicas podemos tener en los pies?

No es verdad que sólo existan pies planos, pies cavos (arcos excesivamente elevados), pies zambos (completamente deformados) o pies normales; deben desecharse estos conceptos arcaicos.

El pie plano es una consecuencia, no una causa. El pie puede aplanarse por diferentes motivos y el diagnóstico deberá hacerse a partir de la causa que lo provoca. Decir “tiene pies planos” es equivalente a decir “tiene dolor de cabeza”, sí, pero ¿porqué?, la respuesta a esta pregunta es la causa de la alteración. Así pues debe decirse, se manifiestan tal y cual alteración que comportan un aplanamiento del pie. Un equivalente podría aplicarse a otras alteraciones y cada cual tiene su tratamiento.

Lo que sí podemos afirmar es que los pies son para las personas lo que los cimientos a una casa o las ruedas a un coche. Cualquier fallo en los cimientos hace que todo lo que esté por encima de ellos sufra las consecuencias. Pensemos en la Torre de Pisa. Significa pues que un problema en la biomecánica del pie tendrá repercusión sobre todo aquello que esté por encima de él y puede no manifestarse en ellos.

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Por todo, no nos cansaremos de repetir que los soportes (plantillas) deben ser confeccionados para cada pie y cada alteración y que antes de realizarlos debe estudiarse en profundidad cada caso para que obtengan el equilibrio adecuado. Con soportes adecuados a cada alteración conseguiremos un equilibrio, evitando, por ejemplo, la formación de los juanetes (hallux valgus) dedos en garra, metatarsalgias etc. Los soportes bien confeccionados no deben provocar dolor en los pies; si duelen es porque hay un mal diagnósico o un fallo en su realización. Lógicamente el calzado debe ser el correcto.